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De solo escribir la frase “cáncer de mama” siento escalofríos. A veces, cuando imagino tal injusta enfermedad y pienso en qué harían mis pequeñas sin mí, me muero de miedo, pero más me aterroriza que a mis niñas les pudiera suceder en un futuro. Por eso, tú y yo, madres de niñas, hablaremos de cómo podemos inculcar en nuestras hijas el hábito de examinarse los senos.
Enséñale
El primer y gran paso es hablar con ella sobre cómo se hace un auto examen de mamas para detectar irregularidades. Si ella no sabe de lo que se está hablando o no tiene idea de cómo se hace, resultará muy difícil que adquiera el hábito.
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Diles que aunque es joven y piensa que tiene menos probabilidades de desarrollar un cáncer de mama, alrededor de un 10 % de los casos se dan en mujeres menores de 30 años. ¿No lo sabías? Pues, seguro ella tampoco. Anímalas a cuidarse.
Deja en claro que este simple ejercicio le salvará la vida
Cuando uno es joven, le parece que se come el mundo y que nunca le sucederá nada malo, que toda la vida está por delante. Sí, es verdad, hay mucha vida por delante, pero siempre debemos ser conscientes de que mañana puede suceder lo inesperado.
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Si hay algo de lo que estás segura, es de que quieren vivir y disfrutar, bueno, usa esa voluntad y ganas que tienen los jóvenes y dile que, hacerse este autoexamen cada tanto le permitirá hacer con su vida todo lo que quiera si es que detecta un cáncer a tiempo.
Muéstrale testimonios de chicas que padecieron la enfermedad
Si ya ves que tu hija no te presta la atención suficiente o no le da a esto la importancia que merece, nada mejor que ver en carne propia lo que podría enfrentar si no detectara un cáncer de mama a tiempo.
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Sí, es algo muy fuerte, pero si es la única forma que tienes de que se lo tome en serio, adelante. Aquí tienes testimonios de 13 famosas que vencieron el cáncer de mama.
Ahora que ya sabes cómo hacer que tu hija se haga el autoexamen de mamas seguido, comparte este artículo con amigas que también tengan hijas para que más madres nos ayudemos a combatir esta enfermedad tan injusta que tenemos que padecer las mujeres. ¡Cuento contigo, de madre a madre!
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