Cómo tratar con hijos rebeldes + (CONSEJOS)

SOMOS ADVENTISTAS
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Cuando un adulto se topa con un niño rebelde en la mayoría de los casos (hay excepciones) no se fija en sus sentimientos ni le pregunta como está, simplemente quieren erradicar la conducta inapropiada. Una conducta que solo se eliminará cuando el niño vuelva a sentirse bien en su condición de niño.
Es habitual que un niño que se muestra rebelde o respondón esconda detrás de esa conducta algo más profundo, normalmente suele tratarse de algún cambio familiar que le produce malestar y que no habla con nadie o algo que le hace estar sufriendo.
Normalmente estos comportamientos suelen agravarse e incluso volverse conflictivos cuando el adulto no cuenta con las estrategias adecuadas para poder corregir el comportamiento del niño o niña teniendo en cuenta sus sentimientos. Por este motivo es totalmente imprescindible que tanto padres como profesionales se centren en buscar estrategias para establecer unas normas y límites, pero sobre todo no sentirse inseguro en ningún momento delante del comportamiento negativo del menor.
Pero, ¿cómo conseguir estas estrategias? ¿Qué se debe tener en cuenta para la educación de niños rebeldes? A continuación te daré algunos consejos que estoy segura te resultarán de gran ayuda. 

Los niños son diferentes

Cada niño es diferente a otro con su idiosincrasia particular así que no puedes pretender que todos los niños actúen del mismo modo, no son un rebaño. Además cada edad es diferente por lo que un niño respondón de seis años tendrá unos motivos muy diferentes que un adolescente de 15, por ejemplo.
Los niños suelen mostrar su irritabilidad, su enfado, su enojo con llantos, malos modos, gritos, etc. Esto significa que hay algo que no le está sentando bien como un cambio de vivienda, de escuela, un divorcio, el nacimiento de un hermano, etc. 
Cuando un niño empieza a tener una conducta inapropiada de repente habrá que intentar averiguar qué es lo que les está haciendo sentir así, porque ese será el principal problema.
Hay que intentar que el niño se centre en la parte positiva de su vida y de él mismo dejando de lado lo negativo que le pueda causar malestar. 
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Paciencia

Sobre todo hay que tener paciencia, constancia y marcar unas normas claras y unos límites bien establecidos para que el niño o la niña sienta seguridad aunque al principio le cueste aceptarlas, igual de importante es marcar las consecuencias (siempre adecuado a la edad y al comportamiento). Cuando logre hacer las cosas bien es buena idea anotar sus logros para que vea que puede mejorar siempre que se lo proponga.
Por muy respondón o grosero que se muestre como adulto jamás tienes que hacer lo mismo que él, recuerda que eres su ejemplo a seguir y tu conducta marcará la diferencia en su aprendizaje. Piensa que es un niño que sufre por algún motivo, deberás mantener la calma y no mostrarle jamás tu lado débil.
Recuerda que educar con premios también puede ser una buena estrategia, pero sobre todo el cariño, el amor y la paciencia serán las herramientas más eficaces. 
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