¿Será que decir groserías es bueno para la salud? ¡La respuesta te sorprenderá!

SOMOS ADVENTISTAS
SOMOS ADVENTISTAS
¿Eres de las personas que sueltan una grosería cada que pueden? ¿O más bien eres de los que prefieren evitarlas? A mí, en lo personal, se me suele ir una que otra grosería en los momentos en que estoy estresada o enojada.
Quizá coincidas conmigo en que hasta resulta liberador y esto es lo que han venido a reafirmar algunos especialistas...

Toleras mejor el sufrimiento

SOMOS ADVENTISTAS
SOMOS ADVENTISTAS
En el 2009 se llevó a cabo un estudio conducido por el Doctor Richard Stephens y Claudia Umland en la Escuela de Psicología de la Universidad de Keele. Entre los resultados obtenidos, se descubrió que decir groserías puede ser una respuesta al dolor y ayuda a calmarlo.
El estudio consistió en un desafío con agua fría en el que había dos grupos de personas. Uno de los grupos debía tolerar el agua fría sin decir un sola grosería, mientras que el otro grupo podía decirlas sin problemas. El grupo al que se le permitió decir groserías duró el doble de tiempo en el reto.

Enfrentas mejor los problemas

SOMOS ADVENTISTAS
SOMOS ADVENTISTAS
El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro es vital al momento de hablar pero cuando dices una grosería, la amígdala provoca que la parte derecha del cerebro despierte. Lo interesante es que una de las funciones de la parte derecha del cerebro es el control de las emociones. Esto provoca que al decir una grosería durante un enfrentamiento, tu mente y tu cuerpo se muestran más despiertos y listos para pelear.
En el estudio de la Universidad Keele también se descubrió que el corazón late más rápido cuando la parte derecha despierta y nos sentimos más optimistas. En cierto modo, esta conducta es una forma de defensa natural que te carga de energía, liberando la agresión reprimida o el sufrimiento físico.
Como has podido ver, las "malas palabras" no san tan malas después de todo. Y al igual que el resto de los vocablos de nuestro lenguaje cumplen con una función expresiva irremplazable. Por tanto, no sientas culpa de pronunciarlas en el momento justo. Eso sí, ¡no te pases de la raya!, o perderán su fuerza característica.
Share on Google Plus
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comments:

Publicar un comentario