Entre más independiente y más inteligente seas, más difícil te será encontrar el amor

El amor es mucho más simple cuando eres joven. A medida que envejecemos, el amor se complica. Se vuelve más complejo, más confuso y mucho más delicado. Enamorarse es más difícil, pero dejar ir a un amor es aún más difícil. ¿Por qué es esto? ¿Por qué amar no se vuelve más fácil? Esto tendría más sentido.

Más sabiduría y experiencia deberían de hacerte las cosas más fáciles al momento de encontrar el amor. Aunque no lo creas, el enamoramiento es parte de una decisión. El amor no es mágico por si solo: nosotros lo hacemos mágico, pero con la edad, la magia se desvanece, al igual que la magia de la vida.
Pero como la magia no existe (ésa al estilo Harry Potter), el tipo de magia con el que estamos familiarizados es la de aceptar que la respuesta a la vida es no saber la respuesta. Y eso es en parte por qué el amor pierde sus cualidades mágicas a través del tiempo. Entre más inteligentes nos volvemos, menos preguntas tenemos. Cuanto más entendemos del amor y nuestro papel en él, más difícil es encontrar un romance.
SOMOS ADVENTISTAS
SOMOS ADVENTISTAS

Al mismo tiempo, algunas de las personas más inteligentes del mundo se enamoran con mucho más frecuencia. Así que debe de haber algo mal en la ecuación. Y aquí está: Para caer perdidamente enamorada, necesitas sentir que necesitas el amor. Porque si tú no crees que lo necesitas o lo mereces, podrás rechazarlo, ya sea consciente o inconscientemente.

Y, ¿qué significa el que alguien quiera o necesite amor? Que la persona quiere una pareja. Que esta persona es independiente, pero también solitaria. Esa combinación, inteligencia e independencia, hacen que resulte más difícil encontrar el amor porque:

1. La independencia y demasiada inteligencia arruinan nuestras relaciones
SOMOS ADVENTISTAS
SOMOS ADVENTISTAS
Piensa en ello. ¿Por qué rompen las parejas, incluso cuando las cosas (aparentemente) van bien? Es porque quieren independencia. Ellos no quieren pasar todos los días con su pareja. Incluso si se aman demasiado, necesitan tiempo para sí mismos. Tienen que pasar tiempo a solas.
Cuando dos personas se encuentran en una relación, se brindan un poco de independencia con el fin de tener una alianza de amor y cariño. Y es una cosa hermosa, pero entre más independientes sean, más probabilidades tienen de sentirse sofocados.
La gente suele sentirse asfixiada cuando su pareja tiene diferentes ideas sobre el nivel de independencia “permitido” en la relación. Cuando uno es mucho más independiente que el otro, la relación será complicada. La persona menos independiente va a tratar de aferrarse a la más independiente tan fuerte como él o ella pueda, mientras que la persona independiente va hacer lo mejor que pueda para conseguir un poco de espacio para respirar. Uno se siente herido, y el otro se siente sofocado.
El truco es encontrar a alguien con la independencia justa. Ni más, ni menos. Aunque esto no garantiza nada porque su necesidad de independencia variará con el tiempo, y no hay manera de predecir lo que van a necesitar en el futuro. Sin embargo, tener requisitos similares en términos de independencia hace que sea más probable que ambos sean compatibles.
2. La “compatibilidad en la independencia” no será suficiente. Tu inteligencia hará las cosas más difíciles
SOMOS ADVENTISTAS
SOMOS ADVENTISTAS
El amor romántico –al menos de la forma en la que lo percibimos ahora– es relegado. Si lo piensas bien, es gracioso. Hemos aprendido cómo hacer matemáticas. Hemos aprendido acerca de la ciencia y la literatura. Incluso podemos recordar cómo aprendimos a leer. Pero nunca nos enseñaron a amar. No hay una clase o escuela. Ningún capitulo de los libros de texto está dedicado a ello. Llegamos al amor completamente ciegos.
Y somos tan tontos como para creer que porque el amor es un fenómeno natural no necesitamos aprender a vivirlo correctamente. El amor puede ser instintivo, pero hay maneras mejores y peores de amar. Sin duda tenemos mucho que aprender. Amar es posiblemente lo más importante que la gente hace en la vida, pero no enseñamos a nuestros hijos (ni nos enseñaron) cómo hacerlo correctamente.
SOMOS ADVENTISTAS
SOMOS ADVENTISTAS
Entonces, ¿qué sucede cuando las personas más inteligentes están en el plano del amor? Cuestionan todo. Quieren entenderlo mejor, explorarlo y probarlo. Es como quedarse atrapado en un problema de matemáticas: al final te volverá loco.
Debido a que el centro del amor son las emociones, no es fácil para una persona inteligente encontrarlo y mantenerlo. Las emociones enviarán a esta persona a una vertiginosa crisis de ansiedad. Si lo que buscas es una teoría sobre el amor, sólo tienes que encontrar una –o aceptar la verdad que no estás dispuesto a enfrentar: el amor no es mágico por sí solo. Nosotros lo hacemos mágico. Todo está en nuestra cabeza.
Share on Google Plus
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comments:

Publicar un comentario