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Se recomienda consumir el ajo crudo para aprovechar todos sus beneficios, ya que al cocerlo puede perder hasta el 90% de sus propiedades..
Desde la antigüedad, el ajo ha sido considerado como uno de los mejores condimentos en la gastronomía debido a su particular sabor, ya que sazona muy bien muchas recetas. Además, el ajo también se hizo famoso gracias a sus propiedades medicinales que favorecen nuestra salud de diferentes maneras.
En los últimos años, las investigaciones se han centrado en estudiar los beneficios que tiene el ajo para la salud y se ha descubierto que este alimento es más saludable y útil de lo que nos podemos llegar a imaginar.
¿Por qué los ajos son buenos para la salud?
Los ajos son muy económicos y es posible que los tengamos todo el tiempo en nuestra cocina. Vale la pena conocer todos sus usos en la salud para, además de utilizarlos en nuestras comidas, considerar incluirlo con más frecuencia en nuestra dieta.
Un ajo crudo tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, debido a que contiene un compuesto llamado alicina, que es el que actúa contra miles de virus y bacterias. Además, entre otras propiedades, el ajo es antioxidante, fortalece el sistema inmune y mejora nuestra salud cardiovascular. ¿Quieres saber cómo te beneficia comer ajo crudo?
Antibiótico natural
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El ajo es uno de los antibióticos naturales más poderosos que podemos encontrar. Está demostrado que es muy efectivo para luchar con gran cantidad de microorganismos y, además, también tiene propiedades antiparasitarias que combaten parásitos de la talla de la tenia (solitaria). Según una investigación realizada por la Wright State University, las propiedades antibióticas del ajo son tan potentes como las de la penicilina.
Mejora la circulación
El ajo ayuda a reducir el colesterol y evita que éste se adhiera a las paredes arteriales. De este modo, el ajo promueve la buena circulación y evita obstrucciones en las arterias o arteriosclerosis, que es una de las principales causas de infartos y derrames cerebrales. El ajo purifica la sangre y también reduce la hipertensión.
Riñones y vejiga
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Consumir un ajo crudo diario ayuda a prevenir y a tratar la mayoría de problemas relacionados con los riñones y la vejiga.
Anticancerígeno
Varias investigaciones coinciden en que el ajo tiene propiedades anticancerígenas capaces de bloquear la formación de potentes carcinógenos como la nitrosamina, los cuales pueden producirse durante el proceso de digestión de algunos alimentos. En estos estudios, se ha encontrado que aquellas personas que consumen un ajo crudo todos los días, tienen sólo la mitad de riesgo de padecer cáncer de estómago y dos tercios el riesgo de cáncer colorrectal.
Fortalece el sistema inmunológico
El ajo, gracias a sus propiedades antivirales y bactericidas, fortalece el sistema inmunológico y eleva las defensas de nuestro cuerpo. Así, el ajo mantiene alejadas diferentes infecciones respiratorias, así como los resfriados y la gripe.
Piel saludable
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El ajo y sus propiedades antioxidantes ayudan a reparar los tejidos de la piel, lo que la mantiene joven. Una mascarilla de ajo es ideal para suavizar la piel y, además, estimula la regeneración celular y previene el envejecimiento prematuro.
Rico en vitaminas
Para resumir todos los beneficios del ajo, te contamos que es un alimento rico en vitaminas A, B1, B2 y C. Gracias a esto, el ajo es bueno para combatir la anemia, controlar la obesidad, depurar el hígado, mejorar el sistema nervioso y estimular la digestión.
¿Cómo consumir ajo para obtener sus beneficios?
Como ya hemos mencionado, lo ideal es consumir ajo crudo para aprovechar al 100% todos sus beneficios. Aunque acostumbramos a consumir ajo cocido en diferentes recetas, debemos tener claro que de esta forma el ajo puede perder hasta el 90% de sus propiedades. Otra opción es consumirlo a través de tabletas, extractos o pasta de ajo, que conservan gran parte de sus contenidos esenciales.
En todo caso, los expertos recomiendan consumirlo crudo, pues es la forma más efectiva de aprovechar todos sus beneficios y, además, es mucho más económico. Muchos no se sienten cómodos consumiendo ajo crudo, pues éste suele dejar un mal aliento que es difícil de combatir. Sin embargo, hay varios trucos caseros para combatir ese mal aliento y no dejar de consumir ajo, por ejemplo: podemos masticar unas hojas de perejil, menta fresca o apio, que tienen la capacidad de neutralizar el olor gracias a sus contenidos de clorofila.
Después de masticar alguna de estas hojas, lo ideal es terminar el enjuague de la boca con agua y algunas gotas de limón. ¿Te animas a mejorar tu salud consumiendo ajo?
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