SOMOS ADVENTISTAS |
Si algo deben haber aprendido los hombres en el
juego del amor, es que a una mujer se le conquista, entre otras cosas,
calentándole la oreja. De poseer un caballero el don de la buena labia,
obtendrá de ellas mucho más de lo que imagina.
Si algo deben haber aprendido los hombres en el
juego del amor, es que a una mujer se le conquista, entre otras cosas,
calentándole la oreja. De poseer un caballero el don de la buena labia,
obtendrá de ellas mucho más de lo que imagina.
1. “¿Qué tienes, amor?”. En vez de llegar a casa y pedir que les sirvan la comida mientras ven televisión, los hombres deberían saber que a ellas les encanta cuando les preguntan por qué ponen cara larga o, de la nada, empiezan a llorar. Las muchachas suponen que ellos ya deberían saber qué les ocurre, pero habría que ser vidente para entenderlas. Si usted no es Tony Kamo, ya sabe lo que debe preguntar.
1. “¿Qué tienes, amor?”. En vez de llegar a casa y pedir que les sirvan la comida mientras ven televisión, los hombres deberían saber que a ellas les encanta cuando les preguntan por qué ponen cara larga o, de la nada, empiezan a llorar. Las muchachas suponen que ellos ya deberían saber qué les ocurre, pero habría que ser vidente para entenderlas. Si usted no es Tony Kamo, ya sabe lo que debe preguntar.
2. “¿Qué sería de mí sin ti?”. Ya
sea que la mujer trabaje y sea muy exitosa en lo que hace, o sea una
excelente ama de casa y madre de familia, hacerla sentir que todo
aquello merece de tu admiración y respeto es una sabia decisión.
3. “¡Cuéntame tu vida!”. Según
un estudio, las mujeres hablan 17 mil palabras al día. Los hombres,
apenas 10 mil. Ojo, no es indicio de superioridad. Pero, cuando las
damas se explayan, utilizan todo el diccionario para exponer sus puntos y
describir situaciones. Por lo general, solo necesitan un receptor para
ser felices. Así que chitón boca y solo escuche.
4. “Me gusta cómo te ves”.
Ella puede pasarse la vida en una peluquería y quedarse sin ahorros cuando visita un centro comercial si su objetivo es verse atractiva frente al espejo. Tanto esfuerzo para que al final, cuando se muestra ante su pareja con tan esmerada producción, el aguafiestas ni se inmuta o en el colmo de los colmos le suelta un: “¿Y así piensas salir a la calle?”. El galán debe reconocer belleza donde la hay, que lo cortés no quita lo valiente.
Ella puede pasarse la vida en una peluquería y quedarse sin ahorros cuando visita un centro comercial si su objetivo es verse atractiva frente al espejo. Tanto esfuerzo para que al final, cuando se muestra ante su pareja con tan esmerada producción, el aguafiestas ni se inmuta o en el colmo de los colmos le suelta un: “¿Y así piensas salir a la calle?”. El galán debe reconocer belleza donde la hay, que lo cortés no quita lo valiente.
5. “Nunca he sido tan feliz”. Basta de
hipocresías: por más que ellas hayan mandado al exilio a todas las
mujeres que lo conquistaron en el pasado, lo que más les encanta es que
él sienta odio más que indiferencia por la bendita ex. Es decir, lo que
toda chica desea es que su pareja (aunque sea un lobo disfrazado de
cordero) solo tenga ojos para ella, como si fuera su primer amor.
6. “Esta noche soy todo tuyo”. Atención
con la célebre salsa ‘Detalles’ de Óscar D’León. Dice: “Sácala, llévala
al cine, cómprale un ramo de flores…”. No son pocas las veces en que el
horario de oficina o el tiempo gastado al volante priva al hombre de
pasar tiempo con su amada. Él debe sacar tiempo de donde no tiene y
guardar un espacio en la agenda para compartir con ella y demostrarle
con pequeños detalles que el amor sigue floreciendo.
7. “Usa mi tarjeta”. Si
el trabajo se convierte en nuestro peor enemigo, no hay más remedio que
consentir a la dama en todos sus caprichos a cambio de la ausencia. Que
levante la mano la mujer a quien no le gusten los regalos, pues ninguna
se resiste frente a joyas y carteras… y mucho menos si el chanchito que
rompemos es ajeno.
8. “Tú eres la más linda”.
Las mujeres son por naturaleza competitivas y suelen preguntarse si se parecen a Betty la Fea o si se ven más gordas que campeón de sumo. El tema es que siempre están buscando parámetros para que les digan que están lindas y regias, y el referente más cercano es su grupo de íntimas. Así que, si usted quiere hacerle un cumplido, aprenda del espejo de Blanca Nieves. No solo le diga que es sexy y hermosa: júrele que, de su círculo de amistades, ella es por goleada la mejor.
Las mujeres son por naturaleza competitivas y suelen preguntarse si se parecen a Betty la Fea o si se ven más gordas que campeón de sumo. El tema es que siempre están buscando parámetros para que les digan que están lindas y regias, y el referente más cercano es su grupo de íntimas. Así que, si usted quiere hacerle un cumplido, aprenda del espejo de Blanca Nieves. No solo le diga que es sexy y hermosa: júrele que, de su círculo de amistades, ella es por goleada la mejor.
9. “Tienes toda la razón”.
El orgullo masculino tiene serios problemas para pedir perdón. Las mujeres, dicen, son mucho más humildes para aceptar sus errores. Si tal afirmación es cierta, sea varón y reconozca sus metidas de pata antes de ganarse un sartenazo. De los ajos al amor solo hay un paso.
El orgullo masculino tiene serios problemas para pedir perdón. Las mujeres, dicen, son mucho más humildes para aceptar sus errores. Si tal afirmación es cierta, sea varón y reconozca sus metidas de pata antes de ganarse un sartenazo. De los ajos al amor solo hay un paso.
10. “Te amo”. Estas
son las dos palabras que toda mujer quiere oír. Si usted se lo dice con
la entonación más seductora que permitan sus cuerdas vocales, la pasión
estará a la orden del día.
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