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Sorprendente! Utilizando tomates verdes y rojos maduros podrás curar las venas varicosas. Mira cómo lograrlo.
Si hay algo que muchas personas hoy en día están padeciendo es de venas varicosas, aunque no podemos decir que todos al 100% pero si una gran parte de la población mundial. Y como sabemos que buscas las mejores recetas naturales para poder tratar tus problemas de salud, hoy te vamos a presentar una receta muy efectiva para el tratamiento de las venas varicosas o varices.
Aunque queramos o no, cuando las varices dicen a salir, salen sin avisarnos y de por si muchas suelen ser dolorosas y un tanto antiestéticas, por lo que si ya la tienes o no, tienes que saber que el tomate es un gran aliado para tratar este padecimiento. En muchos casos el tomate ayuda a curar las venas varicosas, todo claro dependiendo cuan profundo sea el caso.
Hay dos formas de curar las venas varicosas, una es previniéndolas comiendo saludable y haciendo ejercicios, y la otra es utilizando tomates verdes y/o maduros.
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Tratamiento contra las varices utilizando tomates verdes
En caso de que no lo supieras, el tomate verde es un remedio casero simple el cual lo podemos utilizar en la lucha contra las venas varicosas. Lo primero sería lavar un par de tomates verdes y cortarlos en rodajas o anillos. Colocarlos en donde están localizadas las venas varicosas, y si es necesario atarlas con algunos vendajes.
Mantén los tomates en los respectivos lugares hasta que sientas una sensación de hormigueo en vuestra piel. Si no puedes soportarlo por mucho tiempo, pues retíralo, esto vendría siendo cuando sientas la sensación de ardor, luego lavas el área donde estaban los tomates con agua fría.
Si tu cuerpo te ayuda los resultados se verán a la primera semana de este procedimiento, el cual debe repetirse 4-5 veces por día, esto preferiblemente de forma consecutiva.
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Tratamiento contra las varices utilizando tomates rojos maduros
Este procedimiento es similar al anterior. Lavamos los tomates, lo cortamos en rodajas finas y los colocamos en las venas durante 2-3 horas con algún vendaje. Se deja descansar 1 hora y luego se aplica tomate nueva vez. Preferiblemente hacer este procedimiento de tarde o de noche.
El tomate posee propiedades curativas porque en ellos, además de sus semillas, hay una sustancia similar a la aspirina. Este es un ácido que se considera que es un anticoagulante, el cual diluye la sangre y no le da estancamiento.
Además, el tomate contiene flavonoides los cuales refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos.
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