Viernes 2 de octubre 2015 | Devoción Matutina para Adultos 2015 | ¿Cuándo se acabará la corrupción?
“Sus jefes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa: derraman sangre para destruir las vidas, para obtener ganancias injustas” (Eze. 22:27).
Las campañas electorales suelen ser eventos donde los aspirantes a puestos populares exageran sus propuestas para convencer a los electores prometiendo más de lo que pueden cumplir. Pero no contentos con eso, llegan al extremo de prometer fogosamente que, de ser elegidos a tal o cual cargo, “acabarán con
la corrupción” en su respectivo dominio. Lo curioso es que es difícil ver u oír los espacios informativos o leer el periódico sin que se denuncien bochornosos escándalos de corrupción entre la clase política de las diversas regiones del mundo.
Parece que hace mucho tiempo que se ha olvidado la idea del servidor público, aquel que facilita la vida de sus conciudadanos a través de acuerdos y leyes. Más bien, muchos consideran a sus líderes como personajes abusivos que, en ocasiones, confunden la administración pública con un botín de guerra. La promesa de “acabar con la corrupción” sigue sin cumplirse.
No es bueno tener una mala imagen de aquellos que gobiernan en nuestros respectivos países. Eso no contribuye a la consolidación de las libertades de una nación. No obstante, tampoco podemos conformarnos con semejante liderazgo.
Eso es especialmente delicado entre los niños y los jóvenes, quienes corren el riesgo de creer que la corrupción es parte inherente de la vida de sus sociedades y que , por lo tanto, deben adaptarse a la misma. En realidad, los líderes que hoy gobiernan el mundo alguna vez fueron niños que adquirieron valores (o antivalores) en las sociedades donde crecieron. Hoy estamos cosechando lo que hemos sembrado.
¿Pero qué se puede hacer para contener la corrupción en todos los niveles?
He aquí un buen consejo: “Debe realizarse una gran obra en la presentación de las verdades salvadoras de la Biblia. Este es el medio ordenado por Dios para detener la marea de la corrupción moral en la tierra. Cristo dio su vida para hacer posible que el hombre fuese restaurado a la imagen de Dios. Es el poder de su gracia el que une a los hombres en obediencia a la verdad. Los que quieran experimentar más de la santificación de la verdad en su propia alma, deben presentar esta verdad a los que la ignoran. Nunca encontrarán una obra más elevadora y ennoblecedora” (Consejos para los maestros, p. 236).
Hoy te animo a estudiar, enseñar, proclamar y practicar las verdades de la Biblia. Su influencia en tu vida y en la de los tuyos favorecerá la construcción de una mejor sociedad.
la corrupción” en su respectivo dominio. Lo curioso es que es difícil ver u oír los espacios informativos o leer el periódico sin que se denuncien bochornosos escándalos de corrupción entre la clase política de las diversas regiones del mundo.
Parece que hace mucho tiempo que se ha olvidado la idea del servidor público, aquel que facilita la vida de sus conciudadanos a través de acuerdos y leyes. Más bien, muchos consideran a sus líderes como personajes abusivos que, en ocasiones, confunden la administración pública con un botín de guerra. La promesa de “acabar con la corrupción” sigue sin cumplirse.
No es bueno tener una mala imagen de aquellos que gobiernan en nuestros respectivos países. Eso no contribuye a la consolidación de las libertades de una nación. No obstante, tampoco podemos conformarnos con semejante liderazgo.
Eso es especialmente delicado entre los niños y los jóvenes, quienes corren el riesgo de creer que la corrupción es parte inherente de la vida de sus sociedades y que , por lo tanto, deben adaptarse a la misma. En realidad, los líderes que hoy gobiernan el mundo alguna vez fueron niños que adquirieron valores (o antivalores) en las sociedades donde crecieron. Hoy estamos cosechando lo que hemos sembrado.
¿Pero qué se puede hacer para contener la corrupción en todos los niveles?
He aquí un buen consejo: “Debe realizarse una gran obra en la presentación de las verdades salvadoras de la Biblia. Este es el medio ordenado por Dios para detener la marea de la corrupción moral en la tierra. Cristo dio su vida para hacer posible que el hombre fuese restaurado a la imagen de Dios. Es el poder de su gracia el que une a los hombres en obediencia a la verdad. Los que quieran experimentar más de la santificación de la verdad en su propia alma, deben presentar esta verdad a los que la ignoran. Nunca encontrarán una obra más elevadora y ennoblecedora” (Consejos para los maestros, p. 236).
Hoy te animo a estudiar, enseñar, proclamar y practicar las verdades de la Biblia. Su influencia en tu vida y en la de los tuyos favorecerá la construcción de una mejor sociedad.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015
Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil
Lecturas devocionales para Adultos 2015
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