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Una de las propiedades menos conocidas del ajo es la de eliminar el acné. Gracias a sus compuestos disminuye las bacterias que lo causan y elimina el exceso de grasa.
El ajo es una de las especias más conocidas y utilizadas en todos los rincones del mundo, caracterizado por tener un particular sabor que va muy bien en cientos de preparaciones.
Aunque desde los tiempos más antiguos sus usos en la gastronomía son los que más lo han dado a conocer, también ha sido valorado por las múltiples propiedades medicinales que se han podido aprovechar en la prevención y tratamiento de cientos de enfermedades.
En su estado crudo, esta pequeña hortaliza concentra una cantidad importante de alicina, cuya acción en el organismo es antiséptica, fungicida, bactericida y depurativa.
Además, es una fuente rica de compuestos antioxidantes que ayudan a frenar la acción de los radicales libres para prevenir el daño oxidativo.
Gracias a todas estas virtudes, el ajo tiene mucho por hacer para mejorar la salud y la belleza.
En esta ocasión te compartimos 8 interesantes formas de utilizarlo. ¡Conócelas!
1. Antibiótico natural
Los antibióticos son medicamentos que ayudan a destruir aquellos microorganismos dañinos que atacan el cuerpo de diversas maneras.
La mayoría de personas prefiere los convencionales, porque son de acción rápida y parecen ser los más seguros.
No obstante, está demostrado que su uso excesivo puede causar estragos en la salud, especialmente porque dañan la flora bacteriana y disminuyen las defensas del cuerpo.
El ajo es uno de los antibióticos naturales más potentes y seguros que se puede utilizar como alternativa a los medicamentos ya que, además de ser efectivos, no implican daño en las bacterias benéficas del organismo y le aporta otras importantes propiedades.
2. Salud cardiovascular
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La alicina, un compuesto azufrado que se concentra cuando se machaca el ajo,tiene el poder de reducir los niveles de colesterol total y triglicéridos.
Este importante beneficio tiene un gran efecto sobre la salud cardiovascular, ya que al disminuir estos lípidos de las arterias, mejora la circulación y se reduce el riesgo de obstrucciones arteriales o arteriosclerosis.
Además, al ayudar a mejorar el flujo de la sangre, también ayuda a controlar la presión arterial en aquellos pacientes con índices elevados.
3. Mejora la digestión
El consumo regular de ajo crudo protege la flora intestinal y ayuda a regular varios procesos digestivos importantes.
Sus bondades antisépticas y antibióticas actúan contra los parásitos y bacterias del tracto gastrointestinal, para prevenir afecciones digestivas leves y crónicas.
De hecho, se cree que el consumo de un ajo crudo todos los días puede ayudar a prevenir el cáncer de colon.
4. Fortalece las defensas del cuerpo
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Por sus propiedades antivirales y bactericidas, además de suponer un importante aporte de antioxidantes, vitaminas y minerales, el ajo también es uno de los mejores alimentos para reforzar las defensas del cuerpo.
Gracias a esto, el organismo aumenta su respuesta inmunológica y previene el ingreso de virus y bacterias peligrosas para la salud.
5. Contra el acné
Los beneficios antibacterianos del ajo, sumado a sus compuestos azufrados, tienen un efecto positivo sobre aquellos tipos de pieles que tienden a sufrir diferentes grados de acné.
La aplicación de una pasta de ajo triturado disminuye las bacterias que causan esta afección cutánea y también ayuda a deshacerse del exceso de grasa.
6. Efecto antiarrugas
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La concentración de compuestos antioxidantes de los ajos ayuda a inhibir la acción negativa de los radicales libres sobre la piel, principales causantes del envejecimiento prematuro.
Aunque su olor no suele ser el más agradable para aplicarlo de forma tópica, vale la pena utilizar su pasta para obtener este tipo de beneficios. Además, mediante su consumo diario también se puede proteger la piel desde el interior.
7. Contra los hongos y la caspa
Los hongos afectan tanto en salud como en belleza. Pueden aparecer en los pies y las manos, aunque también en otras áreas del cuerpo.
La caspa por ejemplo, se produce por un tipo de hongo que se prolifera en el cuero cabelludo. Por suerte, en todos estos casos se pueden eliminar con la acción antiséptica y antifúngica del ajo.
8. Uñas fuertes
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La aplicación de ajo sobre la superficie de las uñas puede ayudar a fortalecerlas para evitar su quiebre y resequedad.
Lo mejor de todo es que su acción antibiótica ayuda a evitar la formación de hongos, y por su sabor puede ser muy útil para quitarle la intención a aquellas personas que se las comen.
Basta con partir uno por la mitad y frotarlo dos veces al día en todas las uñas.
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